TRASPLANTE DE VIVO

El trasplante de riñón de donante vivo incompatible, una opción efectiva para el paciente con insuficiencia renal crónica


Hasta hace pocos años la incompatibilidad de grupo sanguíneo suponía una contraindicación absoluta para el trasplante renal debido al alto riesgo de desarrollar un rechazo hiperagudo. “Hoy en día, las alternativas para los pacientes que cuentan con un donante con el que tienen incompatibilidad de grupo sanguíneo son dos: el denominado trasplante ABO incompatible o ser incluidos en el Programa Nacional de Donación Renal Cruzada para encontrar otra pareja donante-receptor de similares características, con la que no haya problema de compatibilidad de grupo sanguíneo ni de otro tipo de anticuerpos”, explica la especialista en Nefrología de la Clínica Universidad de Navarra, la doctora Paloma Martín. 

Ventajas e inconvenientes

La ventaja principal que aporta el trasplante ABO incompatible frente al Programa Nacional de Donación Renal Cruzada es la rapidez del procedimiento. “Para cualquier persona que necesite ser trasplantada siempre es mejor  esperar lo menos posible”, apunta la facultativa. En el caso del trasplante renal, la necesidad del nuevo órgano no es vital, al contrario de lo que ocurre en los casos de pacientes con necesidad de un corazón o de un hígado, “sin embargo, sí es una situación de deterioro progresivo. Cuanto más tiempo transcurre el paciente en diálisis, más sufre el organismo”.
Por su parte, los principales inconvenientes que presenta el trasplante ABO incompatible residen en la necesidad de aplicar al receptor un tratamiento inmunosupresor mayor que en los casos de donante de grupo sanguíneo compatible, además de su elevado coste. Debido a esta suma de circunstancias, la nefróloga subraya que “es necesario valorar cada caso de forma individual para decidir cuál es la mejor opción”

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